Estas son las primeras de Rojo y Negro de Stendhal:

«La pequeña ciudad de Verriéres puede considerarse como una de las más hermosas del Franco-Condado. Sus casa blancas, con puntiagudos tejados de teja roja, se encaraman por la pendiente de una colina cubierta a trechos por grupitos de frondosos castaños cuyas verdes copas dibujan las más leves ondulaciones del terreno.»

Que me manden fusilar, pero lo primero que me vino a la mente fue la descripción de Jaimito el cartero sobre su pueblo, Tangamandapio.