A pesar de vivir un par de años sobre Belisario Domínguez (en el centro del DF, a dos cuadras de la Plaza de Santo Domingo) apenas ayer descubrí esto:
Es un bajo relieve de Mathias Goeritz que está en la iglesia de San Lorenzo (esquna con Allende). Es una cosa rarísima e increíblemente bella. Parece una mano alienígena que está a punto de llevarse la figura religiosa de vuelta a su planeta. Además el contraste con el interior espartano y sobre todo con el ladrillo marrón y rojizo de las paredes y la bóveda enfatiza el bajo relieve de manera muy sutil pero contundente. Vale la pena, igual que Belisario, enteramente remozada para el metrobús.
Estoy casi seguro que esta mano tendrá algo que ver con Reinaldo Hilcen en su paso por México…