Ahora que el frenesí mediático ha bajado, en vez de andar recomendando fuentes informativas pongo por aquí este artículo de Gabriel Zaid sobre el arte de injuriarse entre colegas escritores. Muy simpático, van dos muestras:

«Lo que recitas en tu plagio es mío, Fidentino. Pero dicho tan mal que hasta parece tuyo.» Catulo

«James: ¿Por qué no escribes libros que la gente pueda leer?» Nora Joyce